Desde tiempos inmemoriales, la humanidad ha mirado al cielo con asombro y curiosidad, preguntándose quizás: ¿Cómo comenzó todo?. La historia del universo, conocida como el “Big Bang”, ofrece una visión de los primeros instantes tras la creación, y cómo, en medio de la oscuridad primordial, surgieron las primeras estrellas y galaxias que dieron forma a todo lo que conocemos hoy en día.
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Big Bang, imagen generada con IA. |
Hace aproximadamente 13.8 mil millones de años, todo el cosmos comenzó con una expansión violenta conocida como el Big Bang. En los primeros instantes, el universo era un caldo extremadamente caliente y denso de partículas subatómicas. A medida que se expandía y enfriaba, estas partículas comenzaron a combinarse para formar los primeros átomos, principalmente hidrógeno y helio, los bloques básicos de la materia cósmica.
Tras la formación de los átomos, el universo entró en un período conocido como la "oscuridad cósmica". Durante esta etapa, no existían estrellas ni galaxias aún, solo una vasta extensión de hidrógeno y helio en expansión. La luz quedó atrapada en la materia, creando un universo oscuro y silencioso.
Con el tiempo, las pequeñas fluctuaciones en la densidad del universo primitivo permitieron que ciertas regiones de materia se volvieran más densas que otras. Estas áreas comenzaron a colapsar bajo la influencia de la gravedad, formando las primeras nubes de gas. Cuando estas nubes alcanzaron temperaturas y presiones extremas, dieron origen a las primeras estrellas, en un proceso llamado “acreción”.
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Divisiones en la historia del universo, marcadas por eventos significativos. |
Estas primeras estrellas, conocidas como estrellas de población III, eran enormes, calientes y de corta vida. Su energía ayudó a transformar el universo, iluminándolo por primera vez y comenzando la producción de elementos más pesados a través de procesos de nucleosíntesis en sus núcleos.
A medida que las estrellas nacían y morían, sus explosiones y vientos estelares ayudaron a aglutinar más materia, formando estructuras aún mayores: las primeras galaxias. Estas galaxias primitivas eran mucho más simples y pequeñas que las que conocemos hoy, y estaban compuestas por estrellas jóvenes y en formación.
El proceso de fusión y colisión de estas galaxias tempranas fue fundamental para dar lugar a las galaxias más grandes y complejas que ahora dominan el universo, incluyendo nuestra propia Vía Láctea.